en-Un humano
No pasa nada. No pasa nada. ¿Por qué tengo sentiencia si no puedo hacer nada con ella? ¿para qué uso palabras si son los mismos hechos?... No pasa nada. Toda mi vida lo único que pude sentir es el musgo crecer en mí durante días húmedos. No tengo que hacer nada especial para que me elija. Solo estar recién desprendido entre hojas frescas. No puedo hacer nada para evitar que muera. Es una experiencia casi sexual que me penetre y es como que te deje un amigo cuando se seca. Esto se repite y tengo sus marcas. Podría aborrecer el contacto pero lo espero porque nada más importa, porque nada más pasa. Trato de recordar cómo fue para aprender pero no puedo, solo me queda la sensación que me provoca para hacerlo de nuevo. Una y otra vez es ese musgo. Otro musgo. Que me resquebraja lentamente en una existencia lenta. No puedo evitarlo, no puedo moverme. ¿No quiero moverme? Cualquier cosa que rompa el ciclo aunque sea parte del ciclo es mejor que nada.
En tierra rugosa estoy cansado de ser duro, donde hay marcas no puede enraizarse un nuevo musgo. Con menos días es más difícil, las hojas marrones se quiebran más rápido y vuelan. Quiero ablandarme y ser muchos cuanto antes. Seré yo pero seré muchos más pequeños. Seré igual pero seré menos y la ansiedad será menos porque seré menos con qué esperar. No sé qué más hacer.
Varios años han pasado desde que no viene nadie. El paisaje ha cambiado. Así que aquí estoy, esperando un día húmedo. Seco.
"Un humano" fue publicado en la revista Resiliencia, vol. 3: Diciembre 2021.